San Sebastián es una ciudad en una buena parte ganada al mar. Donde hoy hay muchas de sus calles y plazas y donde se levantan casas eran hace años marismas. Y no solo en lo que hoy es el centro, que va del Boulevard a Amara, sino también Gros.
Para construir este barrio fue fundamental encauzar el Urumea construyendo un muro que fuese desde el puente de Santa Catalina a la desembocadura del río. Ello proporcionó terrenos donde levantar chalets y construir el Gran Kursaal.
La primera piedra de este muro se colocó el sábado 25 de marzo de 1911 y dada la trascendencia que para la ciudad tenía el acto, como primer paso para desarrollar el ambicioso proyecto de ampliar el barrio al mismo se invitó al Rey Alfonso XIII, que delegó su representación en el barón de la Torre, gobernador civil de Guipúzcoa. Estuvieron presentes en el acto el duque de Tovar, don Eugenio Rivera, arquitecto que había proyectado el puente de María Cristina y que años después haría el del Kursaal, el alcalde accidental Sr. Minondo, casi todos los concejales y la directiva de la Sociedad Umore Ona.
EN la caseta de arbitrios esperaban al gobernador civil las autoridades y personalidades que asistieron al acto, y una compañía del Regimiento de Sicilia, mandada por el capitán Matamoros, se situó desde el arco del puente hasta la rampa, rindiendo honores al representante del Rey. A los acordes de la Marcha Real y mientras la tropa presentaba armas, se colocó la primera piedra que allí estaba preparada colgando de una grua-trípode y con el hueco necesario para recibir la caja de plomo que había de contener el acta. Esta fue firmada en primer lugar por el gobernador civil y a continuación por varios concejales, el duque de Tovar y los consejeros franceses y españoles de la Sociedad Inmobiliaria que iba a realizar las obras.
El párroco de San Ignacio, Rvdo. Uranga procedió a la bendición y la piedra cayó en el lugar preparado, echando paletadas de cal las autoridades. Pronunciaron unas palabras el gobernador civil, el duque de Tovar y el alcalde accidental, dándose por terminado el acto, durante el cual llovió copiosamente.
A mediodía tuvo lugar el banquete organizado por la Sociedad Umore Ona al que asistieron, además de las autoridades, representaciones de las siguientes entidades: Círculo Easonense, Unión Artesana, Círculo Mercantil, Cámara de Comercio, Club Cantábrico, Club Náutico, Aero Club, Círculo Francés, Orfeón Donostiarra, Euskal Billera, Sporty Clai, Leku-Zarra, Ollagorra, La Realidad, La Volante, La Estaca y La Resaca. El banquete tuvo lugar en el mercado de Gros y fue servido por La Urbana, asistiendo 250 comensales.
La banda de música "La Unión" amenizó la comida y el Orfeón Donostiarra canto "Esperanza" de Radoux y varias composiciones vascongadas. Cantaron obras de concierto, acompañados al piano por el maestro Esnaola, los señores Arruti, Peña y Moraleda. Por la noche se celebró en aquel mismo lugar un baile amenizado por la banda "Iruchulo" y bajo los arcos del café Kutz, donde tenía su sede la "Umore Ona", tocó la banda "La Unión" bailables. El mal tiempo hizo que se suspendiera la anunciada cabalgata, celebrándose una verbena en el interior del mercado con dos bandas de música, la rondalla "La Realidad" y el manubrio de "La Estaca".
( KOXKAS - R.M. - DV -27 de Marzo de 1991)
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