Era un baile tradicional, histórico, el que celebraban en la Plaza pública, frente al Ayuntamiento de Villafranca de Ordicia, los casados y las casadas en el transcurso del año.
Acudía el Ayuntamiento que presidía el baile y se congregaba el pueblo que seguía el aurresku de los nuevos matrimonios.
Pero lo histórico era que en este baile ellas se ataviaban con sendos mantones de Manila. Y estos mantones tenían su origen y razón de ser en Urdaneta, quien según la tradición trajo, mandó traer o envió los primeros mantones de Manila que el insigne ordinario regaló a la Cofradía de Santa Ana, para uso exclusivo de las santeras en un baile de cada año.
No hay pruebas históricas si se realizó semejante obsequio de Urdaneta y si intervino en la cuestión. Tenía ya el fraile guipuzcoano avanzada edad - entre 55 y 60 años - y no andaba muy bien de salud, siendo entonces requerido por el rey Felipe II para el negocio de las Islas del Poniente -archipiélago de Magallanes-.
Urdaneta no era partidario de la conquista, pero fue elegido al ser considerado por la Audiencia de Méjico y por Felipe II el único nauta capaz de enderezar a buen término la expedición marítima y aseguarar el retorno de dichas islas a Méjico.
Desde la isla de Cebú, Urdaneta volvió el primero de junio de 1566 a Méjico, dejando a Legazpi y sus soldados y misioneros en la faena de la conquista y evangelización de dichas islas.
DE donde se deduce que Urdaneta estuvo en las islas Filipinas durante tres meses, gran parte de este tiempo a bordo, o sea, desde el 13 de febrero al primero de junio de 1566, más como nauta que como evangelizador.
En la isla de Bohol se encuentran con un portugués que había ido a aquellas islas a comerciar, y los españoles se encontraron con diversas mercancias como sartenes, vidrios, hierros de lanzas, campanas de cobre, porcelanas, mantones pintados de la India .... Probablemente a título de regalo por sus buenos servicios de intérpretes, los de Borneo le dieron a Urdaneta unos mantones, que él destinó a ataviar a las santaneras de su pueblo, "como obsequio a la Cofradía y recuerdo de la más memorable empresa de su vida cual cual fue su intervención en Filipinas."
Fueron llamados de Mnila, pero aquellos pañolones de seda pura bordados en sedas de colores representando flores y pájaros, es dudoso, fueran de Manila, pues todavía no había sido descubierta y conquistada.
La historia nada nos dice los primeros años de Urdaneta en Oyanguren, su caserío natal, ni de su viaje a España en 1566 con el P.Aguirre y de sus entrevistas con el Rey
KOXKAS.-R.M. - 01/12/2002