Fue el domingo 4 de octubre de 1925, ahora hace setenta años, cuando tuvo lugar la inauguración oficial y comienzo del servicio de la estación radioemisora "Radio San Sebastián".
Hacía varios meses que venía haciendo ensayos con un resultado que permitía esperar un éxito absoluto de emisión, éxito que quedó confirmado oficialmente cuando las primeras emisiones fueron escuchadas por los radioyentes con toda claridad.
La nueva emisora estaba montada sin que faltase ningún detalle. Se hallaba instalada en dos lugares, uno en el monte Igueldo y el otro en la Avenida de la Libertad.
La instalación de Igueldo, construida "ad hoc", estaba situada entre dos torres que servían de soporte a la antena. Las torres eran de celosía de hierro de 40 y 47 metros de altura, distintas para compensar las diferencias de nivel del terreno. La antena era de las llamadas de jaula en forma de T, 24 metros horizontales y 38 de bajada.
El trasmisor era de la Western Electric de 500 vatios en antena, trabajando con 5 amperios. Constaba de dos válvulas osciladoras y dos moduladoras, alimentadas por dos dinamos que suministraban 14 voltios al filamento y 1.000 a la placa.
La extensión de la onda era considerable, pues en los ensayos previos a la inauguración las emisiones fueron escuchadas perfectamente en puntos tan distantes como Casablanca y Copenhague. En Londres se oía con un aparato de una sola lámpara y antena interior. En Irlanda se oyeron dos conciertos dados en el Gran Kursaal, donde la radio montó un micrófono para recoger la audición.
El estudio estaba en la Avenida de la Libertad, número 27, donde se había instalado la sala de audiciones y los aparatos amplificadores, etcétera. En aquella sala estaban los micrófonos, que eran del tipo llamado diferencial con doble diafragma, muy tenso, con el fin de que la vibración propia de éste fuera muy superior a la de los sonidos a transmitir con lo que se evitaba toda deformación de éstos. Estaban hechos para poder transmitir frecuencias desde 200 hasta 5.000 ciclos por segundo.
A la inauguración de la emisora asistieron autoridades y personalidades de San Sebastián. El director técnico don Enrique Elizalde dirigió unas palabras a los allí reunidos y a continuación la orquesta que dirigía el maestro Figuerido dio un concierto, cantando el bajo Aróstegui . El alma de aquella radio era don Sabino Ucelayeta.
DV - KOXKAS - R.M. - 04/19/1925
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