martes, 10 de enero de 2023

CRISTINA ENEA

 El origen y primeros años del Parque Cristina Enea es muy complejo. Sus emplazamientos se fueron formando a lo largo del siglo XIX, con la agregación y concentración de diversas tierras y caseríos particulares al parque residencial, perteneciente a un único poseedor.

Cristina Enea fue la más antigua de las fincas rústicas señoriales de nestra ciudad. Comenzó a formarse hacia 1863, fecha del derribo de las murallas de San Sebastián. Antes del viejo parque aquello era un conjunto sin árboles ni muros de cerramiento. "Constituído por varios caseríos rústicos, cada uno de ellos rodeado de tierras de labor, esto es de sus pertenecidos respectivos, manzanales o sembrados".

Entre la calzada de Eguia, el camino y la finca de Mundaiz, las riberas del Urumea y el palacio y parque del conde de Alcolea, nacería la bellísima finca que Lasala concibió, comprando media docena de caseríos. El primero de ellos fue Miquelene y sus pertenecidos, unas veinticuatro áreas de tierras, comprado en junio de 1863 a los hermanos Fernández Garayalde y otra parte de Ramón Mancisidor, en 1869. La finca aumentó en su extensión con la adquisición de dos caseríos más : Chicoene y Manuene, de 25áreas cada uno.

En 1866 Lasala adquirió del marqués de San Felices, don Francisco Ignacio Guillamas y Castañón, un predio rústico de 3.026 pies cuadrados, agrandándose la finca el mismo año con parte de la finca rústica llamada Manuel enea, sita en Eguía en el término denominado Torrea, adquirida a don Francisco Saenz y Abalos y poco después con la casa Egañategui, propiedad de doña Gervasia de Iturralde y Egaña.

La finca aumentó en extensión en 1877 con el sembradío y manzanal y la casa Toledo-Chiqui, procedente del caserío Capitán-enea, 42 áreas, propiedad de los señores Saenz Izquierdo. 

En 1882 se adquirió un trozo considerable de terreno a la Compañía del Ferrocarril del Norte, entre las ya posesiones del señor Lasala y el camino construido por el Ayuntamiento hasta el alto de Mundaiz, 6.962 metros cuadrados aproximadamente. En 1866 se compró al dueño del caserío Lerinene un manantial de agua.

Se acondicionaron aquellas tierras labrantías convirtiéndolas en parque, se trazaron caminos y sendas, se hizo el lago, se plantaron árboles, convirtiéndose la finca en un bello parque a la inglesa. Don Fermin Lasala y Collado, duque consorte por su casamiento con doña Cristina Brunetti Gayoso de los Cobos, duquesa de Mandas y Villanueva, condesa de Belalcazar, quiso que la finca en honor a su mujer se llamara Cristina Enea, nombre inalterable según la escritura de donación de la finca 

R.M.-KOXKAS - D.V. 11/01/2003


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

LAS CALLES ANTES DE 1813

Antes de la destrucción de San Sebastián en 1813, la ciudad era insalubre, mal ordenada, lúgubre. La actual Parte Vieja, que se levantó sobr...