Llega el obispo
GUIPÚZCOA tuvo por vez primera obispo propio en 1950. Hasta entonces, el obispo de nuestra provincia tenía su sede en otro lugar, últimamente en Vitoria y antes en Pamplona. Pero fue aquel año cuando se nombró un obispo para Guipúzcoa, otro para Vizcaya y otro para Álava. Aquel primer obispo fue don Jaime Font y Andreu, un catalán que hasta entonces había sido obispo de Zamora.
Su llegada el domingo, 3 de septiembre, constituyó un acontecimiento y a él se sumó toda la provincia. Había pasado la víspera en Vitoria y sobre las cinco de la tarde un chupinazo anunció la llegada del prelado al límite de la provincia. Vibraron en los aires las notas del 'Agur Jaunak'. La Diputación con su presidente señor Elorriaga, estaba en el límite de la provincia con el gobernador militar y los ayuntamientos de Azpeitia, Idiazabal y Segura con sus banderas y bandas de txistularis y cientos de guipuzcoanos que acudieron para recibir al prelado. «La figura airosa de dos miqueletes en las columnas del arco, prestaban marco y color a quel momento solemne en que el presidente de la Diputación y el nuevo prelado intercambiaban sus mensajes de salutación y bienvenida», escribía el periódico al día siguiente.
El obispo tomó asiento junto al presidente de la Diputación en coche descubierto y comenzó su recorrido por la provincia. Una caravana de cincuenta coches seguía escoltando al ocupado por el obispo.
Todos los pueblos del recorrido estaban en la carretera entre clamores, cohetes, volteo de campanas y miles de gargantas que le aclamaban bajo los arcos triunfales. El Ayuntamiento de San Sebastián con su alcalde Sr. Saldaña al frente, le esperaba en Irubide, con la banda municipal de juglares ataviados de gala, y los maceros. Ocupando el coche presidencial el obispo entre el alcalde y el presidente de la Diputación, se reanudó la marcha.
En San Sebastián las colgaduras y gallardetes se hallaban por doquier. A las 7 de la tarde llegaba la caravana a Santa María, donde esperaba el gobernador civil barón de Benasque. En la iglesia, la Schola Cantorum entonó el 'Oh, Salutaris Hostia' y luego La Salve. Y se inició la procesión hacia el Buen Pastor.
Cuarenta y dos minutos duró el recorrido de Santa María al Buen Pastor y en la catedral el arcipreste Sr. Lasquíber leyó la Bula Pontificia que nombraba a monseñor Font y Andreu primer obispo de la diócesis de San Sebastián. Tomó el obispo posesión de su cargo ante el notario eclesiástico y las actas fueron leídas por las autoridades, párrocos y arciprestes de San Sebastián Con ello terminó el acto.
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