Regatas
Las regatas de traineras de hace un siglo iban acompañadas de otras manifestaciones náuticas de diversa clase. En 1899 se celebraron el domingo, 10 de setiembre, dos regatas a las 4 de la tarde. En la primera tomaron parte las traineras Agueda, de Orio, patroneada por Eustaquio Achaga, con bandera amarilla y roja, Ver y creer, de Pasajes de San Pedro, con bandera blanca y amarilla y con Lucas Iturralde de patrón, y Patriarca de Asis, de Pasajes de San Juan, con bandera blanca y con Francisco Laboa de patrón. El resultado de esta tanda fue el siguiente: Ver y creer, que hizo las cuatro millas de recorrido en 22 minutos 38 segundos. 2.° Patriarca de Asis, cuyo tiempo fue de 22 minutos 49 segundos. 3.° Agueda, con un tiempo de 23 minutos 5 segundos. Los premios que recibieron fueron 550, 350 y 200 pesetas respectivamente.
A continuación corrieron la segunda tanda las traineras de San Sebastián, que entonces abundaban, San Francisco de Asis, patroneada por Francisco Silva, que llevaba bandera amarilla, Donostiarra, con José Aguirre de patrón y bandera encarnada, Santa Ana que llevaba a Celedonio Megias de patrón y bandera azul, y Aerolito, con Tiburcio Eguren como patrón y bandera verde. El resultado de esta tanda fue éste: 1.° San Francisco de Asis con un tiempo de 22 minutos 5 segundos. 2.° Donostiarra, 22 minutos 43 segundos. 3.° Aerolito, 25 minutos 35 segundos, ganando iguales premios que los de la primera tanda. En cuarto lugar llegó Santa Ana en 24 minutos 18 segundos.
Después hubo cucañas, habiéndose instalado el palo en el barco J. Sánchez. Mientras, la banda de música amenizaba la fiesta desde Cai
Arriba. El jueves, 14, se celebró la regata de honor entre las traineras Ver y creer de Pasajes de San Pedro y San Francisco de Asis, de San Sebastián. Aunque era dia de labor la gente acudió en masa a presenciar la fiesta náutica que comenzó a las 4 de la tarde. Momentos antes llegó la familia real que desde él Casino, donde dejaron los carruajes, fue a pie rodeada de la gente hasta el embarcadero, subiendo a la escampavía para presenciar las regatas.
Comenzó la fiesta con una regata entre dos canoas del Club Náutico tripuladas por marineros de las dotaciones de los cañoneros Magallanes y Temerario, surtos en la bahía, ganando los primeros que recorrieron milla y media en 8 minutos 19 segundos, siendo el tiempo de la otra canoa 8 metros 12 segundos. Los premios fueron de 75 y 50 pesetas respectivamente. Hubo luego cucañas y terminadas éstas se celebró la regata de honor.
Las dos embarcaciones hicieron un arranque muy brioso. Cubrieron los de San Pedro las cuatro millas en 21 minutos 39 segundos, siendo el tiempo de los donostiarras 21 minutos 52 segundos, ganando aquéllos las 750 pesetas y una bandera regalada por el Club Náutico. A continuación se disputó la regata a la zinga con bateles tripulados por un solo remero con la cabeza metida en un saco. Se presentaron dos botes y uno embarrancó en la playa y el otro terminó en el muelle entre la hilaridad del público.
A las 7 tuvo lugar una verbena náutica. La casa-botes del Náutico artisticamente iluminada, dio varias vueltas a la bahia escoltada por infinidad de botes, lo mismo que el Machichaco y el San Simón. El efecto que producia tanta embarcación era fantástico y sorprendente, contribuyendo a ello las notas que lanzaban a los aires las bandas de música que iban en los referidos vapores.
10 septembe 19 KOXKAS R.M.
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