Fue aquella de 1885 una de las últimas ballenas que se acercaron a nuestra costa. Si en centurias pasadas estos cetáceos solían aparecer en aguas próximas de nuestros puertos, y los pescadores de aquí iban a pescarlos en la lejanía del océano, con el paso de los años se olvidaron de nosotros, y cuando alguna ballena se dejaba ver, el revuelo era general y la gente se asomaba al mar para ver si conseguían capturar la ballena.
El 2 de setiembre de 1885 en aguas de la Zurriola apareció una de regulares dimensiones. Rapidamente corrió la noticia y los marinos donostiarras se prepararon para darla caza formando una escuadrilla con un vapor de los Mamelenas de la Casa Mercader y varias embarcaciones menores. La gente seguía desde la costa la posible caza de la ballena.
Esta, al verse perseguida, acosada por los pescadores que le comenzaron a lanzar arpones, se dirigió hacia el Castillo. Tras ella iban los perseguidores, y poco después estaba el cetáceo en la embocadura de La Concha. En tierra, había apuestas sobre si conseguirían apresarla o no.
En la boca de la bahía la ballena estaba prácticamente cercada, pero consiguió librarse de sus perseguidores, alejándose mar adentro, perdiéndose de vista.
Los marinos siguieron la posible pista de la ballena y al día siguiente se la vio en las proximidades de la playa de Zarautz. En el muelle, varias mujeres de pescadores estaban dispuestas a dar caza al cetáceo, si no lo conseguían sus maridos.
El periódico Diario de San Sebastián, al dar la noticia de la aparición de la ballena escribía al día siguiente: Con motivo de la inesperada presencia de tan extraño visitante, la concurrencia de curiosos al murallón de la Zurriola, al puerto y al Castillo ha sido mucha, especialmente de la colonia veraniega que para gran parte del ella era desconocido el cetáceo, y natural extrañeza les causaba el gran tamaño del mismo, su cuerpo cilíndrico y de color oscuro y el tener sobre la cabeza dos agujeros por donde despedía a una gran distancia el agua que tragaba-.
El periódico era optimista, pues decía que nuestros. marinos han seguido la dirección de la ballena y no perderán su pista hasta que abandone estas aguas, pues de seguir flotando en ellas. su pesca es segura.
Pero la ballena pudo escapar viva y coleando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario