POLLOE, el barrio de los muertos, es el más habitado de San Sebastián. A pesar del crecido número de los que alli moran, el tráfago en el barrio es escaso. Una sensación de pesadumbre, de obligada paz experimenta el que lo visita.
Al llegar noviembre, fiesta de Todos los Santos, Día de los Difuntos, el barrio de los muertos conoce movimiento alguien diría que algo de vida las losas se cumbren de flores y si hace viento, éste agita las hojas de los árboles que rodean a los sepulcros, los cipreses
Antes que Polloe, hubo otros cementerios en la ciudad. A finales el siglo XVIII, durante la guerra en la que intervino el duque de Berwick, se erigió uno en Ulia. La arena arrastrada por el rnar llegó a alcanzar la altura del muro del sagrado recinto, por lo que se suspendieron los enterramientos en aquel lugar, volviendo a las iglesias
A partir de 1815 se acordó enterrar a los muertos en el llarnado 'Huerto de San Francisco, hoy paseo de Atocha o del Duque de Mandas. A parte del vecindario no le gustó este emplazamiento, y hubo protestas
Hacia 1813 se estableció interinamente un cementerio en el barrio de San Martín, según el proyecto de Ugartemendia, ocupando unos terrenos en los que hoy se alza la Audiencia proviricial y la manzana inmediata, donde la actual capilla de las Siervas de Maria.
Este camposanto estaba circundado por muros de mamposteria, alternados con espacios abiertos, con enverjados de zócalo.
En los extremos habia dos construcciones, una dedicada a capilla y depósito y la otra a casa del sepulturero. En el centro se elevaba un obelisco, simbolo del término de la vida humana.
Se amplió el cementerio en 1820 pero como resultaba pequeño, en 1853 se clausuró, construyéndose otro en San Bartolomé, en las proximidades del antiguo convento. Pero también resultaba pequeño y en 1873 se aprobó el proyecto del arquitecto Goicoa, el de Polloe, que fue inaugurado el 12 de agosto de 1878
El 30 de abril de 1879 se verificó el traslado de los restos del cementerio de San Martin y el 18 de junio de 1887 los del cementerio de San Bartolome
Al inaugurarse Polloe, tenia el cementerio una extensión de 320 áreas, y desde entonces se ha ampliado varias veces.
Hay en Polloe un monumento dedicado a los que tomaron parte en las reuniones de Zubieta y otro a la trágica noche en la que se registró en 1893 un incendio en la calle Uebieta, con treinta muertos
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