A causa de haber desa-parecido durante la he catombe del 31 de agosto de 1813 la do-cumentación sobre la antiqui sima Cofradia de las Renditas Animas del Purgatorio, casi nada se sabe sobre los cultos que en los meses de noviem bre celebraba en los años ante riores a la destrucción de la crudad
Pern so se sabe algo de có mo, después de la citada fe cha, celebraba la Cofradía el dia de Animas, Cofradia de la que fue durante cuarenta y cinco años mayordomo prin cipal de la misma, cuya sede era la parroquia de San Vicen te. don Angel Gil de Alcain, El dia de Animas. 2 de no viembre al termina de la so lemne noveria, solia celebrarse en la parroquia de San Vicente una gran función religiosa, cantándose a toda orquesta la hermosa misa de Sagasti.
Presidian los mayordomos vestidos de etiqueta.
Luego, en casa del mayordn mo principal solia reunirse el capitulo y alli rendia cuentas el administrador general, cuentas llevadas con tal celo, detalle y era de ad escrupulosidad, que que mirar la sencillez del sistema administrativo aplicado
Terminado dicho capítulo general, el mayordomo prin cipal obsequiaba con un es pléndido banquete a todos los señores vocales de la mayordo-mía y a los párrocos de la ciudad.
De 1833 a 1878. fue ma-yordomo principal como queda dicho den Angel Gil de Alcain, quien había reemplazado en dicho cargo al inolvidable al-calde de San Sebastian cuan do la tragedia de 1813, dom Miguel Antonio de Bengoechea, cuyo nombre lleva una de las calles de la ciudad en recuer do a aquel heróico y esforzado Ayuntamiento al que se deben las inmortales Juntas de Zu-bieta y el principio de la reedi ficación de la urbe que disfru tamos ahora nosotros.
Aquel gran donostiarra, fa llecido el 8 de noviembre de 1878, fue una de las figuras destacadas del San Sebastián del siglo pasado, pues aparte de desempeñar la Alcaldia, fuc diputado foral y mayordomo de la citada Cofradía, de la que en su época eran vocales dow Marcos de Muñca, don José Manuel de Usandizaga, don Manuel Alcia y den Francisco de Insausti.
La cofradía posela en San Vicente el altar donde se des taca el precioso medallón obra de Arizmendi, y en Santa Ma-ría el también de Animas
Eran hace un siglo camare ras de ambos altares las distin-guidas señoras doña Victorina Cruzada Villaalmil de Ibero y doña Carolina de Alcain, vou da de Diaz
Ignoro si en la actualidad existen estas cofradías.
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