domingo, 23 de octubre de 2022

CAZA MAYOR

 Caza mayor


Algunas malvices y palomas son los únicos objetivos que les queda a los numerosos hijos de San Humberto en Guipúzcoa que tienen por tanto que marchar otras provincias para practicar el noble ejercicio de la caza. Y sin embargo, cuando Guipúzcoa estaba poco poblada, había más zonas dedicadas al bosque y la industria era prácticamente inexistente, por aquí había bichos que hoy hay que ir a buscarlos lejanas  a tierras.

La geografía abrupta y montañosa, la maleza, los espinos, la espesa vegetación en suma, convertían estos parajes en lugares ideales para toda clase de fieras. En tiempos no muy lejanos a los de hoy habitaban estas montañas osos, leopardos, jabalíes, corzos, raposos, gatos monteses, comadrejas, garduñas, tejones...

Hay datos que menciona don Serapio Múgica sobre la captura de algunas especies de esta variada fauna. Así, en 1658 en las inmediaciones de Gaviria fue muerto un oso y otro en Anzuola el 4 de julio de 1867 y se cogieron leopardos, uno el 17 de enero de 1777 en Mareolbetz, en el monte Illarazu, jurisdicción de Lizarza, otro el 11 de diciembre de 1781 en el monte de Anzarreta de la misma jurisdicción, y otro en 1820 por parajes próximos.

¿Hubo por aquí alguna vez leones? Lo ignoro, pero hay en Aizarna, Cestona, un caserío llamado Legoica o sea «lugar de leones». Serapio Múgica supone que al estar el caserío situado en un lugar aislado y agreste tal vez haya sido alguna vez visitado por leones, y de ahí su nombre. Pero si no hay leones ni tigres sigue habiendo lobos y bastantes caseríos se llaman Ochoki, Ochango, Otzaleku, Otzaurte, Otsaka, Otsokoa, Otzoategui, Otsobiaga... cuyos nombres proceden de Otsoa, que significa lobo.

Hay constancia de la petición hecha el año 1565 por los vecinos de Zumárraga para que la parroquia llamada «La Antigua>> que estaba en la falda del monte Beloki se trasladara al lugar que ocupa en la actualidad, debido a que «ni el Viático se podía conducir sin guardias porque los muchos perros y lobos que por allí había acosaban a los sacerdotes y acompañantes en términos que ponían en peligro sus vidas»>.

En algunos pueblos existía hasta no hace mucho tiempo la costumbre de ir los chicos de puerta en puerta la víspera de la Candelaria, el 1 de febrero, llamado «Otsailla» o mes de lobos, pidiendo mientras cantaban Andre Mari/Otsaillago, otsaillo/Okela bat eta okela bi/burruntzie bete biri», que quiere decir «Santa María, del mes de los lobos: un pedazo de carne, dos pedazos de carne, y el asado lleno de longanizas»>.

Los chicos llevaban unos asadores donde metían los trozos de carne que les daban y luego organizaban una merienda. Esta costumbre nació de otra: la de los pastores que cuando habían matado algun lobo, iban también pidiendo para que se premiara su hazaña a la vez que se les recompensaba por el beneficio que a todos producía la muerte de la fiera.

Mis amigos de Basollua, andan ya, cazando por las rastrojeras castellanas para luego cantar sus hazañas en el club. Que haya suerte.


KOXKAS 23-10-84 R.M.


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