Primer vuelo
FUE el viernes 2 de septiembre de 1955 cuando se efectuó el primer vuelo comercial que aterrizó en el recién inaugurado aeropuerto de Fuenterrabía. Venía de Madrid, era un avión Bristol de la Compañía Aviación y Comercio y los pilotos de aquel vuelo fueron José Calvo y Luis María Pinedo, y la azafata María Teresa Daza.
El primer viajero que entró en el avión en Madrid fue Antonio Quintana, domiciliado en Burgos y veraneante en San Sebastián. En Fuenterrabía esperaban al avión las autoridades guipuzcoanas, el gobernador civil Tomás Garicano Goñi, el presidente de la Diputación José María Caballero, el general Frutos de la región aérea Pirenaica, el primer teniente de alcalde de San Sebastián José María Maquibar en representación del alcalde donostiarra, el director general de Aviación Civil Martínez Pisón, el ingeniero-jefe de puerto de Guipúzcoa, Ramón Iribarren, los alcaldes de Fuenterrabía e Irún, Sagarzazu y Aguirreche y otras personalidades.
Al tomar tierra el avión las autoridades fueron saludadas por el presidente de Aviación y Comercio, don José Pazo Montes, el director de la misma Compañía señor Inchausti, el ingeniero señor Ruiz de Conejos y el director de Tráfico, señor O. Connura, que habían hecho el viaje en el avión que inauguraba la línea.
Comenzaron a bajar los viajeros, que eran cuarenta y dos, y quien más llamó la atención fue un señor que traía en brazos a una niña de once meses. La precoz viajera se llamaba Maribel Trullos, que llegó con su madre y sus dos hermanitos, Ana Mary de tres años y Rosa María de cinco. Ninguna se mareó y la pequeña hizo el viaje durmiendo como un angelito.
Entre los viajeros hubo uno que a la salida del avión de Madrid no se presentó: como tenía en la lista el número trece hizo pensar que se trataba de una superstición. ¿Viaje inaugural con el número trece? Tal vez por eso dijo nones. En aquel vuelo inaugural viajó Juanito Kutz, el conocidísimo deportista donostiarra; Alberto Zulueta y su esposa, Fernando Gaviria...
La azafata de aquel vuelo fue una guapa moza de Panes (Asturias) que llevaba tres meses en aquel puesto. Mujer muy silenciosa, apenas si contó sus experiencias aéreas.
El avión había salido de Madrid a las cuatro menos veinte de la tarde y aterrizó en Fuenterrabía a las cinco y diez. A las seis menos cuarto volvió a tomar aire para realizar el primer viaje San Sebastián-Madrid con la llegada prevista para las siete y cuarto de la tarde.
El periodista Elcho contó en el periódico aquel primer vuelo y a él le sigo en esta columna.
R. M. - 5 septiembre 2001 KOXKAS
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